Distancia: 89 km.
Corredores: Juanito, Javi Rubio, Miguel, Antonio, Jorge y un servidor.
Antes de comenzar, hacer un pequeño recordatorio de la meritoria medalla de Alejandro Valverde en los mundiales de ciclismo que han tenido lugar toda la semana en la localidad leonesa de Ponferrada.
Dicho esto os comento la última salida de los rotonda:
Fresquita jornada de bicis el sábado por la mañana para finiquitar las fiestas mateas. A pesar de que la lluvia nos respetó, el tiempo otoñal ya se está empezando a notar y eso que habíamos quedado más tarde.
Comentando lo acontecido durante las fiestas, empezamos nuestra andadura a tierras del Camero Viejo aunque sin un objetivo claro.
Poco a poco fuimos calentando músculo hasta llegar a las cuestas de los Tinos y empalmar con la LR-250 para llegar a Ribafrecha, donde nos encontrabamos a algún que otro ciclista. En las primeras cuestas en la gravera de Leza, ascendimos con bastante fuerza manteniéndola a lo largo de toda la ascensión. Incluso en los tramos anteriores al empalme con Trevijano, Javi y Miguel mantuvieron una dura pugna para puntuar en el mirador del Cañón.
Juanito y yo estuvimos más cautelosos, porque el grupo de cabeza iba a dejarnos a la entrada en Soto. Ellos querían volver pronto para salir al dia siguiente con la Solera, así que Juan y yo decidimos continuar hasta Jalón de Cameros.
A un ritmo interesante, llegamos a Terroba y atravesamos San Román de Cameros con el aire no demasiado molesto. Juan quería llegar a Jalón para hacerse una foto en el asador que han preparado en el pueblo, así que poco a poco fuimos haciendo camino hasta llegar al pueblo.
Al llegar al asador nos estaba esperando una cazuela llena de choricillo y de salchichón asado de la que Juan y yo dimos cuenta almorzando mientras la gente nos miraba un poco extrañadas. Nos hicimos una fotillo que colgaré al final y emprendimos el viaje de vuelta mientras los mozos del pueblo levantaban hinchables en el parque del pueblo.
Bajamos a buen ritmo a pesar del aire en contra y llegamos a Ribafrecha bastante bien. Más tarde, a la salida del pueblo y con el firme impecable la bajada se hizo muy agradable con el viento de costado. Llegamos a Logroño con el trabajo bien hecho y muy enteros a una media de casi 28 km por hora.
Juan me acompañó hasta el cuarto puente y nos despedimos hasta la próxima salida de los rotonda.
Buena semana a todos.
Dicho esto os comento la última salida de los rotonda:
Fresquita jornada de bicis el sábado por la mañana para finiquitar las fiestas mateas. A pesar de que la lluvia nos respetó, el tiempo otoñal ya se está empezando a notar y eso que habíamos quedado más tarde.
Comentando lo acontecido durante las fiestas, empezamos nuestra andadura a tierras del Camero Viejo aunque sin un objetivo claro.
Poco a poco fuimos calentando músculo hasta llegar a las cuestas de los Tinos y empalmar con la LR-250 para llegar a Ribafrecha, donde nos encontrabamos a algún que otro ciclista. En las primeras cuestas en la gravera de Leza, ascendimos con bastante fuerza manteniéndola a lo largo de toda la ascensión. Incluso en los tramos anteriores al empalme con Trevijano, Javi y Miguel mantuvieron una dura pugna para puntuar en el mirador del Cañón.
Juanito y yo estuvimos más cautelosos, porque el grupo de cabeza iba a dejarnos a la entrada en Soto. Ellos querían volver pronto para salir al dia siguiente con la Solera, así que Juan y yo decidimos continuar hasta Jalón de Cameros.
A un ritmo interesante, llegamos a Terroba y atravesamos San Román de Cameros con el aire no demasiado molesto. Juan quería llegar a Jalón para hacerse una foto en el asador que han preparado en el pueblo, así que poco a poco fuimos haciendo camino hasta llegar al pueblo.
Al llegar al asador nos estaba esperando una cazuela llena de choricillo y de salchichón asado de la que Juan y yo dimos cuenta almorzando mientras la gente nos miraba un poco extrañadas. Nos hicimos una fotillo que colgaré al final y emprendimos el viaje de vuelta mientras los mozos del pueblo levantaban hinchables en el parque del pueblo.
Bajamos a buen ritmo a pesar del aire en contra y llegamos a Ribafrecha bastante bien. Más tarde, a la salida del pueblo y con el firme impecable la bajada se hizo muy agradable con el viento de costado. Llegamos a Logroño con el trabajo bien hecho y muy enteros a una media de casi 28 km por hora.
Juan me acompañó hasta el cuarto puente y nos despedimos hasta la próxima salida de los rotonda.
Buena semana a todos.
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